Recuento de sucesos

Ahora un recuento del análisis que he hecho acerca del Coronatimo desde hace casi un año.

*Por centésima vez, el virus existe, pero la manipulación de voluntades y el engaño, también. Una cosa es que aparezca una nueva enfermedad y otra es que las autoridades e instituciones lo tomen de excusa para cambiar la forma de vivir de las personas toda vez que la amplia mayoría tiene poco sentido crítico para distinguir entre realidad y fantasía, entre certeza y exageración. Por desgracia también son los que deciden los resultados electorales.

* El virus como motivo de encierro involuntario, cuarentena, contingencia, toque de queda o como quieras llamarle cumple un año en marzo de 2021. Curiosamente varias actividades pospuestas en la primavera o verano de 2020 se retomarían en los próximos meses. Conciertos, Tokio 2020 (en 2021), Euro 2020 (en 2021), festivales, teatro, estrenos de cine, entre otros, verán la luz este año pase lo que pase. Cabe recordar que en 2020 la industria del entretenimiento solo “suspendió” actividades durante un par de meses. En mayo de 2020 se reactivó el futbol profesional en Europa (sin público) y en junio los foros y locaciones de grabación volvieron al rodaje de películas, series y programas en vivo (con las medidas necesarias, según esto). Si lo más importante es la salud, ¿por qué una industria multi millonaria como esa siguió adelante como si nada? La vacuna urgía y ellos podrían haber donado para ello o por lo menos esperar a que estuviera disponible la cura. ¿No verdad? “El show debe continuar, el público demanda entretenimiento y además debemos trabajar” … pero la salud es lo más importante, sí, claro. De ser así las compañías de seguros quebrarían por tanta celebridad contagiada y/o muerta (considerando aquellos que tienen seguros de gastos médicos mayores y/o de vida). ¿En serio crees que los famosos se arriesgarían trabajando si el virus ese fuera tan grande como lo pintan? ¿Son inmunes o ya estaban vacunados? ¿No será que es parte del plan? Tener a la perrada asustada y encerrada, pero entretenida.

*Nadie me quita de la cabeza que el semáforo epidemiológico es una tarugada a nivel de logística y los médicos que recomendaron “quedarse en casa” poco o nada tuvieron que ver con su diseño e implementación. Es utilizado con fines políticos y es una extensión del juego de “Simón dice”. Un día es amarillo, la otra semana es naranja tirándole a rojo, la siguiente es rojo carmesí, luego amarillo ámbar, verde, azul, verde azulado… En países como Escocia, Vietnam, Alemania o Japón se retomaron las actividades de forma gradual, evitando aglomeraciones, pero los estudiantes regresaron a clases hace varios meses y en México lo dejamos al criterio de los padres para evitar reclamos posteriores, aunque más bien para disimular que en muchas escuelas no tenemos agua y los insumos de limpieza son escasos. Pronóstico: mayoría de estados en verde “sorpresivamente” en vísperas de la elección 2021.

*Insisto en que la higiene básica no se inventó en 2020, por favor ya párenle a la paranoia. Si eras de los que no se lavaba las manos al terminar de orinar, bienvenido/a al grupo de los que siempre nos hemos cuidado de gérmenes y bacterias de forma cotidiana, pero sin miedo a contagiarnos de un virus que ha afectado al 2% de la población mundial. Siempre ha sido necesario el aseo de manos y limpiar áreas de uso personal y común. Que antes mucha gente no lo hacía es otra cosa, en mi caso siempre cargo jabón conmigo, sobre todo considerando que en mi escuela no hay y la presión del agua es escasa. El hecho de hacerlo con desesperación y por temor a “contagiarse” es prueba de que el miedo a enfermarse es OTRA ENFERMEDAD, más psicológica que real.

Por simple cálculo aritmético la mayoría va a sobrevivir y no por seguir las indicaciones al pie de la letra, sino porque el cuerpo humano es tan chingón que aguanta daños intencionales que le hacemos, sustancias poco recomendables que consumimos y nuestro valemadrismo a la hora de convivir en espacios públicos y privados. Cualquiera que haya nadado en una alberca pública puede preguntarse cuánta porquería no ha tocado cuando se sumerge o bebe accidentalmente el agua (desechos humanos de todo tipo, contaminantes, polvo, sangre, etc.); sin embargo, seguimos vivos y coleando. Ah, pero antes no existía el covid, ¿verdad? Cierto, aunque ha habido cólera, dengue, Ah1-n1 (el ensayo de 2009 para lo que sucede hoy fue reforzado por los Rockefeller en 2010; puedo compartir el documento a quien guste, allí se describe la vida en 2020/2021 paso a paso, con China como el ganón al final), ébola, zika… epidemias todas vendidas como pandemia. Ninguna lo fue, el covid tampoco lo es.

*El futuro de la educación: La vacuna en sí no arregla el problema (si es que es tan grande). Por lo que he averiguado y por reflexiones propias, en el aspecto educativo se trata de acabar con la escuela presencial para que todo sea en línea (gradualmente, pero ya estamos en fase beta). La amenaza de un virus convence a los temerosos y a los ingenuos, a los que preferimos usar el cerebro y el sentido común, no. El sustento de lo anterior es parte de la cuarta revolución industrial que se concretaría en 2035 y se puede localizar en la página del Foro Económico Mundial con el título “Schools of the future 2019”. Quien guste puede buscar en Google, no es invento mío (eso sí, es necesario leer con calma e interpretar). Tampoco quieren que salgas para comprar víveres (cada vez son más populares las aplicaciones Didi o Rappi, por ejemplo), el chiste es que estés aislado/a, y si es con miedo, mejor. Así te tendrán mejor controlado.   

*Los medios de comunicación masiva (tradicionales y electrónicos): Los medios manejan una agenda homogénea y aunque haya ciertas distinciones, la mayoría coincide en promover las medidas preventivas, en reportar contagios y decesos y en mantener a la gente atemorizada. Una empresa mexicana que llama la atención por su postura frente al COVID es Televisión Azteca, cuyos dueños han minimizado la epidemia al grado de llamar a reanudar las actividades con confianza y sin exageraciones. Hay una explicación económica para entender la posición de Ricardo Salinas Pliego y TV Azteca. Según la investigación de Cristina Martín Jiménez en su libro “La verdad de la pandemia: quién ha sido y por qué”, Televisa y Grupo CARSO (Slim) pertenecen al conglomerado inversor BlackRock Fund advisors (también lo integran google, amazon, CNN y la Fundación Rockefeller). Este grupo ha invertido en el desarrollo de la vacuna anti covid. TV Azteca no pertenece a este club, por lo tanto, no obtiene ganancias por promover las medidas preventivas ni por la vacuna. Están fuera de la jugada. Por eso la oposición a lo que otros medios han pregonado.

Agrego que los medios mencionados, otras compañías y espacios de entretenimiento como FOX, Netflix, ESPN, Microsoft, Citigroup, entre otros, pertenecen a familias como Rothschild, Gates, Hayek, Rockefeller que además de formar parte de grupos inversores como Morgan Stanley e invertir en la vacuna, se reparten el mundo a rebanadas y sus ganancias multimillonarias son incalculables. Esos mismos son propietarios de las grandes cadenas de televisión, agencias de noticias, sitios web y organizaciones no lucrativas que les ayudan a descargar sus impuestos disfrazadas de filantropía. En sentido coloquial: no dan paso sin huarache y todo lo que ha sucedido está fríamente calculado.

Es preciso indicar que los poseedores de las compañías farmacéuticas coinciden con los de “las grandes compañías tecnológicas (BlackRock, Morgan Stanley, Vanguard Group, J.P. Morgan) son los propietarios de los conglomerados de comunicación que difunden su propaganda, sus mentiras e ideología por todo el planeta” (Martín Jiménez, 2020, pp. 262-263). El mundo no es color de rosa y “los que tienen dinero apuestan en varias vacunas a la vez, porque ahí está su ganancia… en esta guerra sanitaria por los jugosos dividendos que produce la gran industria farmacéutica a costa del miedo inducido a la población” (Martín Jiménez, 2020, p. 266.). Es imperativo dejar la inocencia de una vez por todas. El mundo le pertenece a los que tienen dinero y cuando ellos lo deciden juegan a ser dioses titiriteros. En ti está cortar las cuerdas o bailar al son que te toquen.

*¿La vacuna es la solución?: El doctor Luc Montagnier, famoso por el descubrimiento del virus del sida (VIH) y ganador del premio Nobel de Medicina en 2008, ha afirmado que la COVID-19 es el resultado de un ‘accidente industrial’ que no habría surgido de manera natural, pues, según expresó, había detectado ciertos elementos del VIH en su genoma, así como del parásito encontrado en la malaria. El virólogo francés considera que el virus fue manipulado genéticamente en Wuhan, China por médicos que estaban trabajando en una vacuna contra el VIH porque el “genoma del coronavirus tiene secuencias semejantes a las del virus del sida”. A pesar de ser una voz autorizada en el tema, los medios de comunicación no lo han entrevistado para conocer a fondo su postura y la comunidad científica que sigue la versión oficial lo ha desacreditado varias veces. En 2017, Montagnier denunció la peligrosidad de ciertas vacunas y se opuso a la vacunación obligatoria si esta tiene un fin recaudatorio que pase por encima de la salud.

*Economía y política: Los cambios que proponen los poderosos (ONU, FMI, FEM, Banco Mundial, grupos inversores y los multimillonarios tantas veces mencionados) indican que pronto habrá un Nuevo Orden Mundial derivado de la crisis sanitaria que en realidad es más económica y política que otra cosa. La historia nos indica que de las grandes sacudidas (ej. Revolución Francesa, Segunda Guerra Mundial) siempre surgen nuevos paradigmas y modelos en materia de derechos humanos, cultura, política y, sobre todo, en cuestión financiera. El que seguiría es producto de la Cuarta Revolución Industrial impulsada desde hace por lo menos 20 años. En ese mismo periodo China es el país cuya economía ha tenido un crecimiento sostenido y acelerado mayor que la de potencias como Estados Unidos, Francia, Japón o Alemania.

      Para los ‘dueños del mundo’ (los que financiaron la vacuna, los que deciden qué presidente gobierna en sus sucursales, digo, en los países donde tienen inversiones e intereses, los grandes capitalistas que planearon y orquestaron el covid-19 y sus consecuencias) el modelo a seguir es el de China, si, el comunismo disfrazado de capitalismo chino/soviético que en el siglo XX fue tan rechazado y vilipendiado por Estados Unidos y sus aliados, sobre todo durante la Guerra Fría (1946-1990). De aquí a 2035 pretenden que todos vivamos igual: separados, usando internet para todo, vacunados y “felices” (como en ‘Brave New World’), sin dinero físico (adiós al papel moneda, vengan los bitcoins y las transferencias electrónicas), teniendo miedo y desconfianza de los otros (o de cualquier virus que surja o reviva, como el de la viruela), sin espacio propio (las comunas hippies tan criticadas hace 54 años serían lo máximo, lo mismo las “ecocapsules”), todos trabajando por el bien colectivo (de preferencia a distancia porque es “peligroso” compartir un espacio público), sin aspirar a acumular capital porque eso es obsoleto e inhumano (además las quiebras estarían a la orden del día) y prácticamente sin viajar porque cualquier ciudad de América Latina sería idéntica a una de medio oriente. Todo esto luce muy lejano y absurdo ahora mismo, yo opino que la única forma de revertir eso no es tanto la oposición directa que muchos manifestamos, sino el egoísmo natural del ser humano. Hace algunos años Frank Zappa sintetizó así el problema de la ideología “roja”: “El comunismo no funciona porque a la gente le gusta poseer porquerías”. Deseo que tan sabias palabras surtan efecto tarde o temprano.

*La gente comparte la información de que entraríamos en una ‘tercera ola de contagios’ y los medios llaman a reforzar las medidas, a no salir, a no abrazar ni a tus familiares y todo eso que solo fomenta la desconfianza y el prejuicio…yo lo interpreto como la tercera fase del plan elaborado por quienes inventaron el virus y también la vacuna “salvadora”. 1. Primera ola de contagios (primera fase del plan: infundir el miedo y reportar los primeros casos en cada país) 2. Segunda ola de contagios (segunda fase: anunciar que ya existe una vacuna, pero reportar más casos incluyendo los de resfriado, gripe y otras con un par de síntomas que coincidan con el SARS-COV2 para engordar las cifras) 3. Tercera ola de contagios (tercera fase: la vacunación avanza, falta lo mejor. Hay contagios esporádicos, pero todavía hay que decir que son muchos) 4. Decrecen los contagios (cuarta fase: vacunación casi total, inicia la expedición del pasaporte sanitario y empezamos a hablar de “inmunidad de rebaño”) 5. El COVID ha sido erradicado, pero no hay que confiarse (quinta fase: el pasaporte sanitario, más importante que cualquier otro documento a partir de 2022, incluirá todos tus datos personales y sin este no podrás comprar ni un chicle en la tienda de la esquina. Ya no digamos viajar o adquirir artículos más costosos). Dice Cristina Martín Jiménez (2020, p. 180) que “en su «nueva normalidad», estos programas también servirán para calificarnos a todos como buenos o malos ciudadanos y nos restarán puntos castigándonos a no viajar, no ir al parque o no salir de casa si no acatamos las órdenes en base a la nueva conciencia social que han diseñado”. Mientras la mayoría siga dormida y aterrorizada, dicho plan cumplirá todos sus objetivos.

*El cubrebocas: ya he manifestado en diversas ocasiones que no estoy de acuerdo en usarlo no solo porque estorba y dificulta la respiración, sino porque no previene ningún contagio. En lo particular me incomodan varias prendas porque mi sentido del tacto es el más desarrollado/delicado que tengo. Un bozal o pedazo de tela resulta insoportable, por eso cuando me veo obligado a portarlo prefiero una bufanda. Ahora bien, además de que esa cosa simboliza el silenciar a la mayoría, lo cual fascina a los poderosos, sobre todo si son masones, no garantiza nada, solo es una falsa sensación de seguridad -muchos dicen que lo usan porque “me siento más seguro/a”- y la prueba está en que una gran cantidad de contagiados (del virus ese o de resfriado común, ya ven que los médicos a veces se “confunden”) lo utilizaban cotidianamente e igual se enfermaron. Claro que varios tenían un miedo tremendo y la sugestión siempre daña al sistema inmune.

Entonces si igual te contagias, ¿por qué se utiliza? Fácil, para reactivar la economía y porque la vacuna no estaba lista. De no haber firmado los decretos de obligatoriedad, los gobiernos serían regañados por los magnates que patrocinaron y ordenaron este teatro (varios del Club Bilderberg, según Cristina Martín Jiménez, Rubén Luengas y otros). Cabe recordar que los acuerdos económicos entre países no son solo con capital propio (erario), también hay inversores con capital privado y quien tiene dinero impone sus intereses a nivel político, cultural y social. Es URGENTE quitarse la venda de los ojos y perder de una vez por todas la inocencia intelectual. Nadie va a respirar por ti, pero si no usas tu inteligencia, otros SI pueden pensar y decidir por ti. Usa tu cerebro, no te coloques el cubrebocas sin antes analizar por qué lo estás usando.

*La sana distancia: Empiezo por decir que la mentada distancia de 1.5 a 2 metros es la misma de siempre, ya lo he comentado: salvo los empalagosos y cuando hay aglomeraciones, la mayoría de las personas respeta el espacio personal de los demás por sentido común y respeto, no por temor a contagiarse como ahora. No vamos por la vida abrazando a CADA PERSONA que se atraviesa por nuestro camino y cuando lo hacemos es con respeto y sin miedo… bueno, hay excepciones. ¿Por qué no funciona la “sana distancia”? Primero por las contradicciones. Dijeron que te quedaras en casa, que en familia pasaríamos este trance y que había que desconfiar de los extraños. Si cualquiera puede ser portador y contagiar a otros, ¿tu familiar no te puede contagiar? Si, la diferencia es que no se lo reprochas (habrá quien sí), sea un hermano, hijos o pareja.

Otro punto. Si durante 2020 no tenías pareja y conociste a alguien en algún momento, puede que al principio tuvieras dudas sobre el contacto físico, sobre todo si ambos temen al virus. Un abrazo leve, alguna palmada o caricia y hasta allí; sin embargo, si hay atracción mutua en algún momento tendrán mayor confianza, más ganas de tocarse, de acariciarse bien y bonito, y luego… adiós sana distancia. Se te olvida porque si tienes novia/o además de compañía, lo que buscas es contacto físico y/o íntimo. Por tanto, la nueva pareja se verá como un ente familiar y libre de pecado (¿y el miedo, amá?). Obviamente no vas a ir por la vida besuqueando, acariciando o fastidiando a cualquiera (algunos sí lo hacen). Por eso un personaje de internet dijo: “Pinche gente pendeja, hipócrita. Ahí andan con el hocico tapado todo el día, y en la noche se bajan a mamar pepa y pito”. Efectivamente es una hipocresía porque los que se dan baños de pureza siguiendo las medidas y condenando a quienes no, en privado actúan como actuamos los sensatos que tenemos sentido común y no nos auto engañamos: normal y sin perder la calma.

* No soy sociable y por lo mismo rara vez acudo a fiestas, reuniones o lugares con mucha gente. Si no voy es porque no me gusta, no por temor a “contagiarme” de algo, menos de una enfermedad de las vías respiratorias que ha llegado para quedarse y tendremos que lidiar con ella durante mucho tiempo, pero más vale hacerlo sin miedo y recuperando nuestra tranquilidad cuanto antes. Lo digo por quienes no lo han realizado y confían en que todo pasará pronto sin hacer algo al respecto. Por otra parte, mi personalidad es indómita y me opongo a cualquier situación obligatoria, siempre, toda la vida. Suelo cuestionar aquellas acciones colectivas que la gente lleva a cabo sin dudar de la intención y de la veracidad de quienes las ordenan. Quienes me conocen saben que cuando no estoy convencido, nadie puede obligarme a hacer lo que no quiero, desde bailar hasta vestir el mismo color que los demás en una fecha especial.

No tengo la edad suficiente como para que la experiencia de vida me respalde (voy a cumplir 40 años en 2021), eso lo sé; no obstante, mi deseo de averiguar qué hay detrás de todo esto se ve enriquecido por una curiosidad innata, desde niño he preguntado acerca de lo que llama mi atención en cualquier ámbito. No me gusta decirlo para no caer en la arrogancia, pero aquí va: soy inteligente, es el primero de mis “problemas”, un segundo es que leo mucho más que los que se dicen lectores (en parte por el tiempo libre que me queda por no convivir con gente y porque me gusta leer), el tercero es que uso el cerebro para pensar empezando por el sentido común y la lógica. Algo que les ha faltado a muchas personas durante esta crisis. Se olvidan de lo más elemental: cuando hay inconsistencias y contradicciones es cuando te empiezas a preguntar que algo anda mal. En el caso del COVID-19 hay muchos ejemplos ya mencionados. En cuarto lugar, no tengo miedo del virus ese ni de otra cosa. La última vez que sentí temor por algo fue en 2010 cuando recibí amenazas de muerte por teléfono -luego supe que era intento de extorsión- y aunque no fue fácil vencer el miedo, lo logré con paciencia, terapia psicológica y con la fuerte convicción de que la vida tiene que continuar pase lo que pase.

Por eso invito a los demás a dejar de temer, a cuidarse no solo de una enfermedad sino de las intenciones de fuerzas poderosas que no vemos, pero que sentimos sus efectos con el enorme poder de sugestión que una amenaza viral ha hecho sobre la conciencia de millones de personas que parecen tener poca inteligencia para analizar y muy poca memoria para recordar que esto lo han hecho varias veces. Reitero: los medios de información y los gobiernos no son autónomos, dependen de la voluntad y el recurso de los representantes de familias y conglomerados empresariales que juegan a los dados con la humanidad porque son perversos, tanto dinero y poder les ha hecho creer que son dioses. Soy ateo, pero no encuentro otro adjetivo más adecuado para que mi argumento resulte todavía más claro.

*Soy docente y empleado de apoyo (en 2 escuelas distintas) y estoy harto de trabajar desde casa. Prefiero acudir al centro de trabajo en el horario que me corresponde a estar laborando a altas horas de la noche atendiendo los pendientes o lo que se les ocurre a los jefes de último momento. El estar frente a la computadora casi todo el día atrofia la vista y la capacidad de funcionar por el cansancio excesivo. Hay quienes dicen que esto es temporal, pero ya llevamos un año y he escuchado o leído comentarios de que algunos quieren seguir así por temor al contagio (o porque ya se acostumbraron). Yo nunca me acostumbraré a la Nueva Esclavitud y voy a alzar la voz siempre que me sea posible. Reitero: prefiero regresar cuanto antes al trabajo presencial a pesar de que no uso bozal y tendría que hacerlo (salvo en lugares cerrados porque lo piden para otorgar el servicio, el resto del tiempo soy libre).

*Resumen: En síntesis, el nuevo virus pretende lo siguiente. A) Reducir la población mundial, principalmente ancianos y jubilados que le pesan a los sistemas de pensiones. También sobran los enfermos crónicos porque cuesta muy caro mantenerlos con vida. B) Aterrorizar a la gente para convencerla de que se encierre en su hogar -quienes lo tienen- y entre menos gente salga, mejor. Así creamos la ilusión de que no existen. C) Vacuna obligatoria y pasaporte sanitario para acceder a bienes y servicios. Mucha gente quiere vacunarse por que el terror los invade, otros para qué termine todo esto, otros no queremos vacuna no por temor o simple oposición, sino por ser obligatoria.  D) Eliminación del papel moneda porque cada vez es más común pagar con tarjeta sin tener que sacar efectivo. No digo que esté mal, solo que la crisis económica que se avecina sería la excusa perfecta para cambiar el paradigma y convencer a la gente de que es mejor el dinero electrónico. Cuando eso suceda, la Casa de Moneda será un museo más. En teoría recibirías tu sueldo cada quincena como te depositan ahora, en realidad no tendrías nada porque no podrías retirar efectivo del cajero automático. E) Compra en línea para eliminar “riesgos”. Inaudito adquirir un automóvil o ropa de esta forma porque requieres verlos y/o probarlos antes de decidir; sin embargo, ya existe la opción que poco a poco se convertirá en la norma obligatoria y la mayoría de los negocios tendrán qué implementarlo a riesgo de quebrar. Como opción si, como acto imperativo no lo acepto. F) La desconfianza y prejuicio entre muchas personas después de esto podría derivar en un descenso en la necesidad y gusto por relacionarse o reproducirse (como en las películas ‘Demolition Man’ o ‘Children of Men’), Contribuyendo así a reducir la población mundial. Después no hará falta un virus que se lleve a un par de millones, pues los que están morirán poco a poco y los más jóvenes no querrán tener hijos, sobre todo considerando que llegarían a vivir en la Nueva Esclavitud. ¿Quién en su sano juicio querría eso para su descendencia? G) El extremo negativo de las cosas podría no darse por lo siguiente. Además de que todo resultara cierto y de verdad estuviéramos sobreviviendo a la primera gran epidemia del siglo XXI, conviene recordar que a una etapa de supresión y restricción le sigue una de libertad y desenfreno. Por lo menos es lo que ha sucedido en otros momentos históricos como la dictadura argentina, la guerra civil española y la segunda guerra mundial. En esos conflictos las personas que antes no tenían libertad de expresión, luchaban por sobrevivir o tenían que defender sus ideales políticos y religiosos a riesgo de perder la vida, luego de terminado el yugo que los sofocaba devino una época de libertad o libertinaje en varios de ellos. No necesariamente sería así, aunque si habría alivio y tranquilidad entre la gente luego de la epidemia/plan SARS-COV2. H) Otro rayito de esperanza es la escasa memoria histórica que tienen las personas. Así como muchos han olvidado por completo que vivimos algo similar en cuanto a restricciones y cuidados en 2009 con el AH1-N1 (duró 3 meses, es la gran diferencia), en cuanto el virus ese deje de imperar en todos los medios de comunicación de cualquier tipo, inicia el proceso de olvido y el darle la vuelta a la página, dejando el asunto en el interés de nosotros los historiadores y científicos sociales. Los demás volverán a vivir como si nada hubiera pasado porque literalmente lo habrán olvidado.

*Predicción que podría ocurrir de aquí a 12 años: Turismo con drones. Como habrá más epidemias para reducir la población y asustar a los que menos piensan -p. ej. la viruela está resguardada en un laboratorio de Georgia, Estados Unidos, patrocinado por Bill Gates-, la nueva modalidad consistiría en contratar drones que sobrevuelen la ciudad o país que te gustaría conocer. Por ejemplo, la gran Muralla China. Pagas en línea el alquiler del aparato y escoges un día y una hora específica para el tour virtual por los lugares más recónditos del planeta que no conviene visitar in situ por “precaución”. No nos vayamos a contagiar del virus que esté de moda por entonces, mejor lo hacemos desde casa seguros y encarcelados. Si llega a suceder, no olvides darme el crédito por haberlo dicho primero. Cheers.

Escribió: Israel Nungaray González (Ciudad Juárez, México, 31 de marzo de 2021)

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